La verdad es que debió de ser repugnante la Corte de Carlos IV. Un hombre moderno como Malaspina, tan necesario para aquella España, fue un lujo que el rey inepto no supo aprovechar. Ese rey y su valido tuvieron el fin que se merecieron: una vejez gris y en el exilio. ¡Ah! y un hijo miserable: Fernando VII. Si viviese yo aquellos tiempos hubiese sido afrancesado.
Hay dos viajes, el de Malaspina, y el de Balmis, que merecerían mucha atención. Cineastas, ¿dónde estáis?
La verdad es que debió de ser repugnante la Corte de Carlos IV. Un hombre moderno como Malaspina, tan necesario para aquella España, fue un lujo que el rey inepto no supo aprovechar. Ese rey y su valido tuvieron el fin que se merecieron: una vejez gris y en el exilio. ¡Ah! y un hijo miserable: Fernando VII. Si viviese yo aquellos tiempos hubiese sido afrancesado.